#TalDiaComoHoy | KISS lanza su álbum homónimo

Tal día como hoy, Kiss debuta en el mundo de la música con su álbum homónimo. Descubre la historia detrás de su creación, la influencia en el rock y detalles interesantes.

“Ya sea planeado o no, el teatro siempre forma parte del rock and roll en su mejor momento”, me dijo una vez el vocalista y guitarrista de KISS, Paul Stanley. “Nunca nos pusimos maquillaje o usamos pirotecnia u otros efectos para encubrir algo. Era para mejorar la presentación”.

En parte, eso explica por qué el álbum debut homónimo de KISS, que salió el 18 de febrero de 1974, fue prácticamente ignorado. Fuera de un seguimiento dedicado en los suburbios, la banda era prácticamente desconocida. Y aunque el álbum incluía “Deuce”, “Firehouse”, “Strutter” y “Cold Gin”, que se convirtieron en pilares de la carrera de KISS, las canciones del álbum homonimo permanecieron poco apreciadas hasta que reaparecieron en el altamente teatralizado Alive! a finales de 1975.

“Casi de inmediato me di cuenta de que la grabación no sonaba en absoluto como nosotros en vivo”, dijo Stanley. “Lo que quedó grabado en la cinta era una fracción tímida de lo que éramos en concierto. No lo entendía porque bandas que eran contemporáneas nuestras tenían álbumes con mucho mejor sonido. Pero logramos capturar la determinación y la actitud diabólica que estaban detrás de ella. Y creo que el álbum sigue sonando contemporáneo. Suena como muchas otras bandas que probablemente se inspiraron en él”.

El vocalista y bajista Gene Simmons y Paul Stanley escribieron la mayoría de las canciones de KISS cuando estaban en su banda anterior, Wicked Lester, que se formó en 1971 y se desintegró a finales de 1972. Después de reclutar al nuevo guitarrista Ace Frehley y al baterista Peter Criss, KISS grabó su primer álbum en Bell Sound Studios en la ciudad de Nueva York con los productores Kenny Kerner y Richard Wise en el transcurso de tres semanas.

“Éramos tan novatos”, dijo Stanley sobre las sesiones. “Me intimidaba el estudio y me intimidaba la idea de tocar algo y arruinar el equipo o arruinar una toma que estábamos grabando. El micrófono podría haber sido yo cantando en el trasero de un elefante. Era algo que estaba en el camino. Me sentía increíblemente fuera de lugar”.

En comparación con el espectáculo en vivo de la banda y grabaciones posteriores, KISS suena limpio y brillante, como si los productores acabaran de terminar una sesión con Grand Funk Railroad y hubieran dejado el amplificador, la guitarra y la mesa de control ajustados a los niveles en que estaban antes de que KISS entrara en la habitación. Aun así, la calidad de las mencionadas “Deuce”, “Firehouse”, “Strutter” y “Cold Gin”, así como “Nothin’ to Lose”, con su glamoroso piano, coros femeninos y un solo de guitarra sobresaliente, el trueno eléctrico blusero de “100,000 Years” y el rockfest multi-texturizado, casi progresivo, realzado con cencerro “Black Diamond”, son incontestables.

KISS sabía que tenían las canciones y el espectáculo en vivo para conquistar al mundo. Pero por alguna razón, desde el principio, fueron ridiculizados por los críticos de música. “Los críticos, por razones conocidas solo por ellos y sus terapeutas, no querían tener nada que ver con KISS“, dijo Paul Stanley. “Me sorprendió porque éramos claramente innegables. Claramente nos tomamos en serio lo que hacíamos y creo que eso intimidó a mucha gente. Recuerdo una crítica que fue muy divertida porque era transparente y era obvio lo que había detrás de ella. Pero hubo una crítica en Seattle que decía algo así como ‘esta banda llamada KISS mejor que ahorre su dinero porque va a terminar tan rápido como empezó’. Bueno, me atrevería a decir que probablemente ha visto la fila de cupones de comida antes que yo”.

No solo los críticos no acudieron a la fiesta. KISS alcanzó el puesto 75 en la lista de álbumes de Billboard y solo vendió 75.000 copias antes del lanzamiento de Alive!. En 1977, el álbum se convirtió en disco de oro, pero eso palidece en comparación con muchos otros discos de KISS. Incluso en su ciudad natal de Nueva York, KISS fue despedido al principio como un truco y vulgar.

“Lo que fue tan extraño de eso es que conocíamos a las bandas que eran elogiadas en Nueva York y las matamos a todas”, dijo Stanley. “Esas bandas que eran consideradas modernas o que eran los favoritos de la escena de Nueva York pasaron más tiempo en Max’s Kansas City o en clubes que aprendiendo su oficio. La razón por la que no se nos consideraba modernos o geniales es porque no nos juntábamos. Éramos, Dios no lo quiera, prácticos. Estábamos ensayando. La música de la mayoría de esas otras bandas se convirtió en la banda sonora de un desfile de moda. No se trataba de eso. Se trataba de rock and roll. Así que nunca quisimos ser parte de la escena de Nueva York y nunca fuimos aceptados por ella porque teníamos ambiciones. Teníamos una ética de trabajo. Nos lo tomamos en serio. Eso no era genial en ese entonces”.

Los detractores no pudieron desestimar a KISS por mucho tiempo. En abril de 1976, KISS obtuvo su primer disco de platino por Destroyer y nunca más miraron hacia atrás.